La Palabra del día 22 de abril del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:05 pm
pero, como os he dicho, me habéis visto y no creéis. Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré afuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Ésta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día. Ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.”REFLEXIÓN.
El “pan” implica todo lo que sacia las necesidades humanas básicas. Jesús da el “Pan espiritual”, él mismo, que sacia las necesidades más profundas del corazón humano.
1. Pan que sacia. Jesús a sus interlocutores, que les cuesta creerle después de que han visto los signos que ha realizado, insiste en su enseñanza sobre sí mismo como Pan de la vida que sacia toda hambre y toda sed.
2. Voluntad de Dios. El deseo ardiente de Dios es que todos sus hijos e hijas, tengan vida verdadera. Para ayudarnos en esto envió a su Hijo único, para que creamos en él y encontremos la vida plena y eterna.
- En esta semana pidamos a Dios, acreciente nuestra fe y conocimiento de Jesús como Pan vivo que sacia toda hambre y sed del hombre. ¡Ten un día feliz!
PRIMERA LECTURA: HECHOS 8,1B-8.
Aquel día, se desató una violenta persecución contra la Iglesia de Jerusalén; todos, menos los apóstoles, se dispersaron por Judea y Samaría. Unos hombres piadosos enterraron a Esteban e hicieron gran duelo por él. Saulo se ensañaba con la Iglesia; penetraba en las casas y arrastraba a la cárcel a hombres y mujeres. Al ir de un lugar para otro, los prófugos iban difundiendo el Evangelio. Felipe bajó a la ciudad de Samaría y predicaba allí a Cristo. El gentío escuchaba con aprobación lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía, y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría.
SALMO RESPONSORIAL: 65. ACLAMAD AL SEÑOR, TIERRA ENTERA.
Aclamad al Señor, tierra entera; tocad en honor de su nombre, cantad himnos a su gloria. Decid a Dios: “¡Qué terribles son tus obras!” R. Que se postre ante ti la tierra entera, que toquen en tu honor, que toquen para tu nombre. Venid a ver las obras de Dios, sus temibles proezas en favor de los hombres. R. Transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río. Alegrémonos con Dios, que con su poder gobierna enteramente. R.
Fray Luis Galindo,O.P.