Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:27:46 pm

María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande, se le llamará Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin. María respondió al ángel: ¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón? El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y se le llamará Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez y este es ya el sexto mes de la que se decía que era estéril, porque no hay nada imposible para Dios.» Dijo María: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y el ángel, dejándola, se fue.

REFLEXIÓN.
La anunciación a María es anunciación a toda la humanidad, de la gran noticia de que el Hijo de Dios se hace uno de nosotros, se hace parte de nuestra historia.
1. Anunciaciones. Ayer hemos oído dos anunciaciones: a la mujer de Manoj, madre de Sansón y a Zacarías padre de Juan Bautista. Estas anunciaciones preparan la gran anunciación a María del texto de hoy. La abismal diferencia entre ésta anunciación y las anteriores del Antiguo Testamento es la Madre y el Niño.
2. La madre. En las anunciaciones del AT las mujeres son estériles y mayores de edad. En esta, es una joven virgen, llena de gracia y de la presencia de Dios, enteramente santa. No podía ser menos, puesto que se trata de la Madre del Hijo de Dios, una persona humana y divina a la vez, además, María sería Madre de toda la humanidad.
3. El Niño. Los niños anunciados anteriormente fueron grandes líderes carismáticos y espirituales de su pueblo. Sansón empezó a liberar al pueblo de sus enemigos los filisteos, Juan Bautista preparó el camino para el Señor. El Niño de esta anunciación es Jesús el Salvador, el Hijo del Altísimo, Rey eterno y Santo Hijo de Dios.
- Hoy se nos anuncia a nosotros la llegada de nuestro Salvador, que nuestros corazones sean como el de María que lo acogió con plena disponibilidad respondiendo: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.” Ten un feliz día.

PRIMERA LECTURA. Isaías 7,10-14. En aquellos días, el Señor habló a Acaz: "Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo." Respondió Acaz: "No la pido, no quiero tentar al Señor." Entonces dijo Dios: "Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros"."

SALMO 23. Va a entrar el Señor, él es el Rey de la gloria. Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos. R. ¿Quién puede subir al monte del Señor?¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos. R. Ése recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación. Éste es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R

Fray Luis Galindo, O.P.

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