La Palabra del día 20 de abril del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:05 pm
sus discípulos lo vieron caminando sobre el lago. Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del lago notó que allí no había habido más que una lancha y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían marchado solos. Entretanto, unas lanchas de Tiberíades llegaron cerca del sitio donde habían comido el pan sobre el que el Señor pronunció la acción de gracias. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo has venido aquí?” Jesús les contestó: “Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios.” Ellos le preguntaron: “Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?” Respondió Jesús: “La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el que él ha enviado.”
REFLEXIÓN.
A Dios no se le busca por sus beneficios, sino por una respuesta a su infinito amor que ya nos buscó y nos quiere beneficiar con sus máximos bienes.
1. Pan de vida. A lo largo de esta semana, seguiremos reflexionaremos Juan 6, en donde Jesús da una serie de enseñanzas sobre sí como el Pan de vida, bajado del cielo, para que entremos en comunión con él, y para que tengamos vida abundante y eterna. Éste evangelio no contiene el relato de la institución de la Eucaristía, sin embargo, contiene éste extenso bello “Discurso del Pan de vida”.
2. Purificar motivaciones. Jesús en el texto, reprocha a los que le buscan, no por sí mismo, sino por comer en abundancia que recibieron en la multiplicación de los panes y peces. El Señor les invita a purificar las motivaciones de su búsqueda. Está bien que se preocupen por el pan material, pero es necesario preocuparse, sobre todo, por el espiritual que la vida eterna, de lo contrario se cae en el materialismo.
3. El Pan espiritual es Jesús mismo. De la Encarnación, muerte y resurrección del Hijo de Dios se derivan para nosotros, todos los bienes espirituales necesarios para alcanzar la plenitud humana y la vida eterna. Él se ha hecho nuestro alimento espiritual en su Palabra y en la Eucaristía. Si creemos de verdad, experimentaremos ya en nuestra vida mortal las primicias de la eternidad en estos bienes.
- Que nuestra búsqueda del Señor no sea mezquina. No esperemos sólo beneficios materiales, deseemos sobre todo, los máximos bienes que Dios nos da en Cristo y que nos conducen a la salvación eterna y a la paz en ésta vida. ¡Feliz comienzo de tu semana!
PRIMERA LECTURA: HECHOS 6,8-15.
En aquellos días, Esteban, lleno de gracia y poder, realizaba grandes prodigios y signos en medio del pueblo. Unos cuantos de la sinagoga llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba. Indujeron a unos que asegurasen: “Le hemos oído palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios.” Alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, agarraron a Esteban por sorpresa y lo condujeron al Sanedrín, presentando testigos falsos que decían: “Este individuo no para de hablar contra el templo y la Ley. Le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá el templo y cambiará las tradiciones que recibimos de Moisés.” Todos los miembros del Sanedrín miraron a Esteban, y su rostro les pareció el de un ángel.
SALMO 118.
Dichoso el que camina en la voluntad del Señor. Aunque los nobles se sienten a murmurar de mí, tu siervo medita tus leyes; tus preceptos son mi delicia, tus decretos son mis consejeros. R. Te expliqué mi camino, y me escuchaste: enséñame tus leyes; instrúyeme en el camino de tus decretos, y meditaré tus maravillas. R. Apártame del camino falso, y dame la gracia de tu voluntad; escogí el camino verdadero, deseé tus mandamientos. R.
Fray Luis Galindo,O.P.