La Palabra del día 19 de julio del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:17 pm
a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.Reflexión. En la historia no hay ser humano con la calidad humana de Jesús. Su delicadeza, su compasión, su amor por las personas es insuperable.
1. Líderes. En la sociedad tenemos líderes políticos, artistas, deportistas, cantantes, religiosos, etc. Muchos de ellos se convierten en paradigmas para otros que siguen sus vidas paso a paso, los escuchan, dan importancia a sus opiniones, se les idolatriza. Estos, cargan una gran responsabilidad, ¡tanto bien podrían hacer a muchos!. Pero en algunos casos desilusionan, mienten, son incoherentes, o llevan una vida de escandalos.
2. Necesidad de identificación. Por otro lado, tenemos la “masa” de personas necesitada de sentido para su vida, muchas veces vacía. Aquí la importancia de modelos de referencia, de tener alguien con quien identificarse. Por ello, los mítines políticos, las presentaciones artísticas, los estadios de fútbol y las asambleas religiosas en amplios lugares se llenan de gente. Las personas buscan un escape, un momento de euforia para olvidar su realidad.
3. Qué dice Dios. La Palabra nos dice mucho al respecto. En Jeremías Dios se lamenta de los malos pastores que han dispersado y han descuidado a sus ovejas. Los líderes han recibido el don para servir a la humanidad, ¡ay de ellos si no lo hacen o lo usan mal! Más grave aún si se trata de líderes religiosos, como clérigos, ¡ay de ellos si son motivos de escándalo!, ¡Ay de los pseudo-lideres religiosos, seguidores y propagadores de sectas.
4. Promesa Divina. Previendo esto el Señor dice que Él mismo reunirá a sus ovejas de todos los países y promete ponerles buenos pastores. Suscitará de David un germen justo, que reinará como rey prudente. Estas palabras de Jeremías se realizan en san Marcos: Jesús cuida de sus Apóstoles, los lleva a descansar en un lugar tranquilo y al ver la multitud como ovejas sin pastor se compadece, los atiende renunciando, a su descanso.
5. Nosotros. Vivimos también a veces como descarriados, sin pastor. Nos identificamos y seguimos a falsos pastores, fácilmente los idolatrizamos. El Señor hoy nos muestra su compasión, nos conforta con su Palabra y nos alimenta con el Pan. El Salmo 22 le describe como el Pastor que necesitamos. Sólo Él es nuestra paz, como dice Pablo, Él nos ha hecho un solo pueblo, nos ha hecho hermanos, para también tener entre nosotros esta actitud.
* Gracias Señor por tu compasión, tu delicadeza y tu ternura. Gracias por ser nuestro único Pastor. Has que nunca te cambiemos por falsos e ilusorios pastores. Protege y has santos a quienes nos has dado por pastores: al Papa, a los obispos, a los sacerdotes y a todos aquellos que tienen bajo su responsabilidad a otras personas.
Primera lectura: Jeremías 23,1-6. Reuniré el resto de mis ovejas y les pondré pastores. Ay de los pastores que dispersan y dejan perecer las ovejas de mi rebaño -oráculo del Señor-. Por eso, así dice el Señor, Dios de Israel: “A los pastores que pastorean mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, las expulsasteis, no las guardasteis; pues yo os tomaré cuentas, por la maldad de vuestras acciones -oráculo del Señor-. Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas de todos los países adonde las expulsé, y las volveré a traer a sus dehesas, para que crezcan y se multipliquen. Les pondré pastores que las pastoreen; ya no temerán ni se espantarán, y ninguna se perderá -oráculo del Señor-. Mirad que llegan días -oráculo del Señor- en que suscitaré a David un vástago legítimo: reinará como rey prudente, hará justicia y derecho en la tierra. En sus días se salvará Judá, Israel habitará seguro. Y lo llamarán con este nombre: El-Señor-nuestra-justicia”.
Salmo 22. El Señor es mi pastor, nada me falta. El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. R. Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan. R. Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa. R. Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término. R.
Segunda lectura: Efesios 2,13-18. Él es nuestra paz, él ha hecho de los dos pueblos una sola cosa. Hermanos: Ahora estáis en Cristo Jesús. Ahora, por la sangre de Cristo, estáis cerca los que antes estabais lejos. Él es nuestra paz. Él ha hecho de los dos pueblos una sola cosa, derribando con su carne el muro que los separaba: el odio. Él ha abolido la Ley con sus mandamientos y reglas, haciendo las paces, para crear con los dos, en él, un solo hombre nuevo. Reconcilió con Dios a los dos pueblos, uniéndolos en un solo cuerpo mediante la cruz, dando muerte, en él, al odio. Vino y trajo la noticia de la paz: paz a vosotros, los de lejos; paz también a los de cerca. Así, unos y otros, podemos acercarnos al Padre con un mismo Espíritu.
Fray Luis Galindo,O.P.