La Palabra del día 14 de mayo del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:08 pm
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros.”REFLEXIÓN.
En la Última Cena Jesús dice a sus discípulos sus palabras más íntimas y más profundas. Las del texto de hoy las podríamos meditar a partir de cinco palabras:
1. Amor. La única razón por la que Jesús se hizo hombre y por la que entregó su vida es el amor. El amor que le une a su Padre es el mismo con el que ama a sus discípulos. Su deseo es que ellos tengan también como eje de su existencia el amor.
2. Mandamiento. Es una palabra no querida hoy, por el sentido negativo del que se le carga. Pero, expresa el querer de Dios y son camino de vida. Todos los mandamientos del A y NT se resumen en el mandamiento nuevo de Jesús: “ámense unos a otros como Yo los he amado”.
3. Alegría. Jesús nos dice que nos ama y que nos da su mandamiento para que tengamos alegría plena. El creyente es una persona alegre; cristiano triste es contradictorio. Es la alegría de sentirnos plenamente amados; de sabernos en un camino de vida plena.
4. Amistad. El amigo verdadero busca el bien del otro; es capaz de darlo todo porque su amigo sea feliz. Jesús es el amigo por excelencia, nadie buscó como él nuestro bien. Además, nos reveló todos sus secretos para descubrirlos con la ayuda del Espíritu Santo.
5. Elección. Somos creyentes, porque él nos amó primero y en consecuencia nos eligió. Hemos de vivir nuestra vida como amados y elegidos por el Señor para ser sus discípulos, para propagar su Palabra y para coheredar con él la vida eterna.
- En la fiesta de san Matías, agradezcamos al Señor porque hoy somos nosotros sus discípulos. Ten un feliz día.
HECHOS 1,15-17.20-26.
Uno de aquellos días, Pedro se puso en pie en medio de los hermanos y dijo (había reunidas unas ciento veinte personas): "Hermanos, tenía que cumplirse lo que el Espíritu Santo, por boca de David, había predicho, en la Escritura, acerca de Judas, que hizo de guía a los que arrestaron a Jesús. Era uno de nuestro grupo y compartía el mismo ministerio. En el libro de los Salmos está escrito: "Que su morada quede desierta, y que nadie habite en ella", y también: "Que su cargo lo ocupe otro". Hace falta, por tanto, que uno se asocie a nosotros como testigo de la resurrección de Jesús, uno de los que nos acompañaron mientras convivió con nosotros el Señor Jesús, desde que Juan bautizaba, hasta el día de su ascensión." Propusieron dos nombres: José, apellidado Barsabá, de sobrenombre Justo, y Matías. Y rezaron así: "Señor, tú penetras en el corazón de todos; muéstranos a cuál de los dos has elegido para que, en este ministerio apostólico, ocupe el puesto que dejó Judas para marcharse al suyo propio." Echaron suertes, le tocó a Matías, y lo asociaron a los once apóstoles.
SAL 112.
El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo. Alabad, siervos del Señor, alabad el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre. R. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. El Señor se eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre el cielo. R. ¿Quién como el Señor, Dios nuestro, que se eleva en su trono y se abaja para mirar al cielo y a la tierra? R. Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para sentarlo con los príncipes, los príncipes de su pueblo. R.
SAN MATÍAS APÓSTOL.
San Clemente de Alejandría, dice que Matías fue uno de los 72 discípulos que el Señor envió a predicar. Hechos de los Apóstoles afirman que acompañó al Señor, desde el Bautismo hasta la Ascensión. Cuando Pedro decidió proceder a la elección del Apóstol para reemplazar a Judas, los candidatos fueron José, llamado Bernabé y Matías. La elección cayó sobre Matías, quien pasó a formar parte de los Doce. El Espíritu Santo descendió sobre él en Pentecostés y se entregó a su misión. San Clemente afirma que se distinguió por la insistencia con que predicaba la necesidad de mortificar la carne para dominar la sensualidad. Esta lección la había aprendido de Jesús. Según la tradición, predicó primero en Judea y luego en otros países. Los griegos sostienen que evangelizó Capadocia y las costas del Mar Caspio, sufrió persecuciones de los bárbaros donde misionó y fue martirizado en Cólquida. Se dice que su cuerpo estuvo mucho tiempo en Jerusalén y Santa Elena lo trasladó a Roma.
Fray Luis Galindo,O.P.