La Palabra del día 13 de junio del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:11 pm
Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él. Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas. Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: "Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados". Jesús les respondió: "¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?". Ellos no entendieron lo que les decía. El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón.Reflexión. El Inmaculado Corazón de María, es la fuente del Corazón físico de Jesús. Por eso, entre ellos hay una íntima relación. Veamos sus características a partir del evangelio:
1. Amoroso. El corazón de María está lleno de amor divino, por ello, año a año sube a Jerusalén a adorar a Dios en su Templo. Quiere que su Hijo también adquiera esta práctica, por eso, al llegar a su mayoría de edad lleva a Jesús a Jerusalén.
2. Oblativo. María no es Madre posesiva, Ella confía en su Hijo, por ello creyó que venía en la caravana. El amor verdadero es libertad, no hay temor a la irresponsabilidad y al engaño. Pero María, tuvo que hacer también un camino de descubrimiento de su Hijo.
3. Doloroso. Tres días de angustia y dolor tuvo que pasar la Santísima Madre, Simeón le había anunciado que una espada le atravesará el alma. Aquí hay ya un anticipo de aquello que le sucederá a su purísimo corazón cuando la lanza atraviese el corazón de su Hijo.
4. Gozoso. Podemos imaginar su alegría al recobrar a su Hijo, más aún, su gozo al ver a su Hijo Resucitado a los tres. Se realiza la profecía que dijo sobre sí misma: “Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador”; “Desde ahora me felicitarán todas las generaciones…”.
5. Contemplativo. Ella conservó en el cofre purísimo de su corazón los tesoros más bellos de Jesús. Ella le sintió crecer en su seno y le vio nacer, le amamantó y sustentó, le enseño a caminar y a hablar, le enseñó la oración y la fe. Imprimió en su humanidad su espíritu.
- Estamos profundamente agradecidos a Dios por tan grande Mujer. Cultivar un amor especial a Ella no es ofensa a Dios, al contrario, es engrandecer su Omnipotencia. Ten un feliz día.
Primera lectura: Isaías 61,9-11. La descendencia de mi pueblo será conocida entre las naciones, y sus vástagos, en medio de los pueblos: todos los que los vean, reconocerán que son la estirpe bendecida por el Señor. Yo desbordo de alegría en el Señor, mi alma se regocija en mi Dios. Porque él me vistió con las vestiduras de la salvación y me envolvió con el manto de la justicia, como un esposo que se ajusta la diadema y como una esposa que se adorna con sus joyas. Porque así como la tierra da sus brotes y un jardín hace germinar lo sembrado, así el Señor hará germinar la justicia y la alabanza ante todas las naciones.
Interleccional: 1 Sam 2,1.4-5.6-7.8abcd. Mi corazón se regocija en el Señor, tengo la frente erguida gracias a mi Dios. Mi boca se ríe de mis enemigos, porque tu salvación me ha llenado de alegría. El arco de los valientes se ha quebrado, y los vacilantes se ciñen de vigor; los satisfechos se contratan por un pedazo de pan, y los hambrientos dejan de fatigarse; la mujer estéril da a luz siete veces, y la madre de muchos hijos se marchita. El Señor da la muerte y la vida, hunde en el Abismo y levanta de él. El Señor da la pobreza y la riqueza, humilla y también enaltece. El levanta del polvo al desvalido y alza al pobre de la miseria, para hacerlos sentar con los príncipes y darles en herencia un trono de gloria.
INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA. María, Madre de Jesús y nuestra, nos señala su Corazón, que arde de amor divino. Nos muestra su pureza total y que atravesado por una espada nos invita a vivir el camino del dolor-alegría. Ésta fiesta nos remite al Corazón de Jesús; en Ella todo nos dirige a su Hijo. Ambos corazones están unidos en tiempo y eternidad. La Iglesia enseña que un modo seguro para llegar a Jesús es a través de su Madre. Por ello, nos consagramos al Corazón de Jesús por medio del de María. Esto es evidente en la liturgia, al celebrar ambas fiestas consecutivamente, una semana después del Corpus. María nos invita a confiar en su amor maternal, a dirigir nuestras plegarias pidiéndole a su Corazón que nos ayude a conformarnos con su Hijo. Venerar su Corazón significa, no sólo reverenciar el corazón físico sino su persona. Su Corazón es símbolo de su amor a Dios y a los demás. Al escoger los caminos en la variedad de las posibilidades, que como a toda persona se le ofrece, María, preservada de mancha por la gracia, responde ejemplar y rectamente a la dirección de tales dinamismos, según la orientación en ellos impresa por el Plan de Dios. Ella, quien atesoraba y meditaba todos los signos de Dios en su Corazón, nos llama a esforzarnos por conocer nuestro corazón, es decir la realidad profunda de nuestro ser, aquel núcleo donde encontramos la huella divina que exige el encuentro pleno con Dios Amor.
Fray Luis Galindo,O.P.