La Palabra del día 09 de junio del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:11 pm
sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo".Reflexión. El Señor después de enseñar las bienaventuranzas, señala a sus discípulos sus dos funciones en el mundo: ser sal y ser luz.
1. Jesús. El Señor es para el mundo y para sus discípulos la sal que da sabor y sentido a sus vidas. Es a la vez la luz que los ilumina y los libera de las tinieblas. Él mismo dice: “Yo soy la luz del mundo, el que me siga no caminará en tinieblas, sino tendrá la luz de la vida” (Jn 12,8). Y san Pablo: “… en otro tiempo fuimos tinieblas; pero ahora somos luz en el Señor y tenemos que vivir como hijos de la luz” (Ef 5,8).
2. Discípulos. Si Cristo es sal y luz para ellos, eso mismo tienen que ser para el mundo. Su vida y su predicación ha de ayudar a otros encontrar en Jesús el sabor y el sentido para sus vidas. Así mismo su misión consiste en transmitir la luz de Cristo para que los demás salgan también de las tinieblas del pecado, del error y de la ignorancia.
- Jesús es el gusto de nuestra vida y la lámpara de nuestros pasos. Nuestra misión es ser eso mismo, ser otro Cristo para los demás. Ten un feliz día.
Primera Lectura: 2 Corintios 1,18-22. Hermanos: ¡Dios me es testigo! La palabra que os dirigimos no fue primero "sí" y luego "no". Cristo Jesús, el Hijo de Dios, el que Silvano, Timoteo y yo os hemos anunciado, no fue primero "sí" y luego "no"; en él todo se ha convertido en un "sí"; en él todas las promesas han recibido un "sí". Y por él podemos responder "Amén" a Dios, para gloria suya. Dios es quien nos confirma en Cristo a nosotros junto con vosotros. Él nos ha ungido, él nos ha sellado, y ha puesto en nuestros corazones, como prenda suya, el Espíritu.
Salmo 118. Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo. Tus preceptos son admirables, por eso los guarda mi alma. R. La explicación de tus palabras ilumina, da inteligencia a los ignorantes. R. Abro la boca y respiro, ansiando tus mandamientos. R. Vuélvete a mí y ten misericordia, como es tu norma con los que aman tu nombre. R. Asegura mis pasos con tu promesa, que ninguna maldad me domine. R. Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, enséñame tus leyes. R.
Fray Luis Galindo,O.P.