La Palabra del día 03 de agosto del 2015
Creado el Miércoles, 10 de Febrero del 2016 11:28:19 pm
Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento les era contrario. De madrugada se les acercó Jesús andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma. Jesús les dijo enseguida: "¡Animo, soy yo, no tengáis miedo! Pedro le contestó: "Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua". El le dijo: "Ven". Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: "Señor, sálvame". En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: "¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado? En cuanto subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él diciendo: "Realmente eres Hijo de Dios". Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret. Y los hombres de aquel lugar, apenas le reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y trajeron donde él a todos los enfermos. Le pedían tocar siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaron curados.Reflexión. Dios acompaña y sostiene a su pueblo en su navegar por el mar del mundo hacia su puerto que es Él mismo.
1. Los encaminó. Luego de la multiplicación, Jesús envía a sus discípulos a cruzar a la otra orilla del mar. Él despide a la gente y después de tan intensa actividad se refugia en la oración. El Señor, al mismo tiempo que lleva una vida activa intensa, vive en profunda comunión con su Padre.
2. Ardua travesía. La navegación no fue fácil, había viento en contra. Es la situación de las primeras comunidades cristianas. Al otro lado del mar de Galilea habían pueblos paganos. La Iglesia, en tiempo que Mateo escribe, tenía que navegar hacia el mundo pagano y éste camino estaba lleno de dificultades.
3. Presencia. En medio de esta dura realidad de la Iglesia, Jesús resucitado estaba presente, pero no le reconocen, por ello su miedo. En ciertos momentos, ante los vientos en contra, algunos discípulos se sentían abandonados por el Señor, aunque él estaba allí. Intentaban creer, pero tenían la tentación de desesperarse.
4. “¡Ánimo soy yo!” Así anima Dios a sus elegidos en el AT ante lo difícil de su misión, así anima también Jesús a sus discípulos. Al sentir esa presencia protectora y alentadora los discípulos fortalecen su fe, reconocen a Jesús “Hijo de Dios”, más adelante Pedro le reconocerá como “Mesías e Hijo de Dios”.
5. Acogida. Pasada la crisis, los discípulos tienen la satisfacción de ser muy bien acogidos por los paganos. Sucedía en los inicios del cristianismo, los paganos acogían la fe, se hacían discípulos y difundían el evangelio del Señor por todas partes. Gracias a ellos es que la fe ha llegado hasta nosotros.
- El Señor sigue guiando a su Iglesia, a veces en medio de tempestades, algunos se desesperan, e incluso naufragan o se van. Pero, el Señor está con nosotros y nos vuelve a decir: “¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!”. Que esta Palabra nos anime a seguir y a perseverar en medio de las tempestades. Ten un feliz día.
Primera Lectura: Génesis 12,1-13. En aquellos días, María y Aarón hablaron contra Moisés, a causa de la mujer cusita que había tomado por esposa. Dijeron: "¿Ha hablado el Señor sólo a Moisés? ¿No nos ha hablado también a nosotros?" El Señor lo oyó. Moisés era el hombre más sufrido del mundo. El Señor habló de repente a Moisés, Aarón y María: "Salid los tres hacia la tienda del encuentro." Y los tres salieron. El Señor bajó en la columna de nube y se colocó a la entrada de la tienda, y llamó a Aarón y María. Ellos se adelantaron, y el Señor les dijo: "Escuchad mis palabras: Cuando hay entre vosotros un profeta del Señor, me doy a conocer a él en visión y le hablo en sueños; no así a mi siervo Moisés, el más fiel de todos mis siervos. A él le hablo cara a cara; en presencia y no adivinando contempla la figura del Señor. ¿Cómo os habéis atrevido a hablar contra mi siervo Moisés?" La ira del Señor se encendió contra ellos, y el Señor se marchó. Al apartarse la nube de la tienda, María tenía toda la piel descolorida, como nieve. Aarón se volvió y la vio con toda la piel descolorida. Entonces Aarón dijo a Moisés: "Perdón, señor; no me exijas cuentas del pecado que hemos cometido insensatamente. No la dejes a María como un aborto que sale del vientre, con la mitad de la carne comida. Moisés suplicó al Señor: "Por favor, cúrala."
Salmo 50. Misericordia, Señor: hemos pecado. Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R.
Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado: contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad que aborreces. En la sentencia tendrás razón, en el juicio resultarás inocente. R. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. R.
Fray Luis Galindo,O.P.