

En el segundo día, también de clausura, de la Cumbre Panamericana de Jueces, promovida por la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales en el Vaticano, bajo el lema “Derechos Sociales y Doctrina Franciscana”, el Papa llamó a practicar la justicia para superar la exclusión, la segregación y la inequidad.
“La injusticia y la falta de oportunidades tangibles y concretas detrás de tanto análisis incapaz de ponerse en los pies del otro – y no digo zapatos, porque en muchos casos esas personas no tienen –, es también una forma de generar violencia: silenciosa, pero violencia al fin”, explicó Francisco.
En su discurso, el Pontífice evidenció el deseo de que se garantice la justicia social, para que pueda llegar a todos. Dirigiéndose a los jueces presentes, les pidió “consagrarse al servicio de la justicia y del bien común con el llamado constante a que los derechos de las personas y especialmente de los más vulnerables sean respetados y garantizados. De esta manera, ustedes ayudan a que los Estados no renuncien a su más excelsa y primaria función: hacerse cargo del bien común de su pueblo”.
El obispo de Roma animó a los operadores jurídicos a conectarse con las realidades a las que servirán, para generar “una cultura del encuentro”, porque “no hay democracia con hambre, ni desarrollo con pobreza, ni justicia en la inequidad”. Además, calificó de “poetas sociales” a los jueces que “no tienen miedo ‘a ser protagonistas en la transformación del sistema judicial basado en el valor, en la justicia y en la primacía de la dignidad de la persona humana’ sobre cualquier otro tipo de interés o justificación”. (Iglesia en macha).
Fuente: Aciprensa