El 31 de mayo culmina maratón de oración para invocar el fin de la pandemia
Creado el Jueves, 27 de Mayo del 2021 07:27:06 pm | Modificado el 02/08/2024 10:54:55 am
El lunes 31 de mayo el papa Francisco concluirá la maratón de oración para invocar el fin de la pandemia de la covid-19 rezando el rosario en los Jardines Vaticanos.
La soledad, el desempleo, la violencia doméstica y social, pero también el progreso humano accesible a todos, y la reanudación de un fuerte impulso en la pastoral son las distintas situaciones que se le confían a María en el rezo del rosario.
El obispo de Roma inició la maratón el 1 de mayo con una oración ante el icono de la Virgen del Socorro en la Basílica de San Pedro. Días posteriores, diferentes santuarios de todo el mundo participaron en la jornada de oración.
La iniciativa, organizada por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, fue muy apreciada por su sencillez y al mismo tiempo por el profundo sentido de comunión con la Iglesia y con el papa Francisco, en la que millones de personas han rezado el rosario cada día de la forma en que su cultura y país lo expresa de forma natural.
La última oración del mes de mayo se realizará a las 5:45 p. m. (hora de Roma) y será transmitido en directo www.vaticanews.va. Se conectarán todas las redes católicas del mundo y será accesible para las personas sordas y con problemas de audición a través de la traducción a la lengua de signos italiana LIS.
Como signo final, el sucesor de Pedro dirigirá su oración a la Virgen María Desatando Nudos para que interceda en “disolver” el sufrimiento que ha atado al mundo en este tiempo de crisis sanitaria, pero también económica, psicológica y de relaciones sociales.
Por ello, el pontífice confiará a la Virgen cinco intenciones de oración, cinco "nudos" a desatar.
El primer nudo que hay que desatar es el de la relacionalidad herida, la soledad y la indiferencia, que se han profundizado en este tiempo.
El segundo nudo es el del desempleo, con especial atención al desempleo juvenil, al femenino, al de los padres de familia y al de los que intentan defender a sus empleados.
El tercer nudo está representado por el drama de la violencia, en particular la que se origina en la familia, en el hogar dentro de las paredes de la casa, hacia las mujeres o deflagrada en las tensiones sociales generadas por la incertidumbre de la crisis.
El cuarto nudo se refiere al progreso humano, que la investigación científica está llamada a apoyar, poniendo en común los descubrimientos para que sean accesibles a todos, especialmente a los más débiles y pobres.
El quinto nudo a desatar es el de la atención pastoral. Que las Iglesias locales, las parroquias, los oratorios, los centros de pastoral y de evangelización redescubran el entusiasmo y el nuevo impulso en toda la vida pastoral. Que los jóvenes puedan casarse y construir una familia y un futuro. (L.U. – RSD Noticias).